Un mundo de cabeza

La frase “Me traes de cabeza” por lo regular se utilizar cuando se está enamorado. Es parte del imaginario colectivo que con otras palabras busca plasmar en el corazón de la otra persona una realidad que se altera cuando se está con ella o se le ve pasar.

La cabeza está en el otro extremo de los pies en el cuerpo humano, tiene funciones muy diferentes y nunca, pero nunca, se usa como soporte para mantenerse erguido. Sólo que esto no le interesa al fotógrafo Caulton Morris quien decidió hacer una serie de autorretratos posando de cabeza y en distintas situaciones inverosímiles.

Lo podemos ver con la cabeza dentro de un retrete y en la tina del baño, leyendo un libro con la silla encima de su trasero, dentro de un kayak, en el sillón y en muchísimos lugares más donde se le ha ocurrido ponerla.

Lo impresionante de este trabajo es que no tiene ningún retoque de Photoshop ni de otro programa de edición de fotografía. Morris se las arregló para, literalmente, meter y poner la cabeza en esos lugares. Lo único que utiliza es su cámara con un disparador automático y, en otras ocasiones, su familia, novia y amigos le ayudan.