... desde el ángulo donde se mire...





Las ilusiones ópticas son algo que nos hacen ver cosas diferentes a las que en realidad existen. La vista es uno de los sentidos que más nos puede engañar, y no porque sea una de sus funciones, sino que todo radica desde el ángulo en el que veamos los objetivos.




El observar algo requiere que estemos en una posición a corta o larga distancia, ya sea de frente, de lado o detrás. Desde estos lugares lo que veremos será muy diferente con relación al otro. Se perciben los elementos con características diferentes.



Por ejemplo, un rostro. Si lo vemos de frente notamos los dos ojos, la nariz y la boca completas, el contorno de las orejas, la barbilla. Ahora, si lo ponemos de perfil, captamos la forma de la nariz [respingada, recta o aguileña], la dimensión de la boca, una oreja completa y la línea que forma el cabello, en general, vemos lo que hay desde otra óptica.



El juego de los ángulos y la perspectiva se presta para cuestiones de humor. Hay imágenes periodísticas que dan la vuelta al mundo por el manejo de elementos en las imágenes. El último caso sonado fue la portada de la revista TIME que presentaba al Papa Francisco delante de las letras, provocando que la M, en color rojo, formaran unos cuernos de diablo sobre su cabeza, lo que produjo una oleada de indignación en la Iglesia católica.







Para aventurarse con las imágenes, se requiere de mucha habilidad [también hay casos incidentales], misma que tiene el artista alemán Justen Ladda que cuenta con la increíble capacidad en el manejo de los espacios para darle a la visión una perspectiva y distorsión de la realidad únicas.



Su técnica, implementada desde los años 80, conjuga la pintura con la escultura para producir instalaciones planas que dan la sensación de ser tridimensionales.



Sólo hay pocas mentes en el mundo que logran tales objetivos que engañan al auditorio cuando las está presenciando. Sin embargo, la sorpresa viene acompañada de la lógica conforme van cambiando el ángulo desde donde ven sus obras. La mente se ha visto burlada gracias a la vista.



Sus trabajos, uno a uno, son concebidos en la cabeza, pero, curiosamente, de atrás hacia adelante: visualiza cómo se vería la obra terminada y, más adelante, comienza a hacer los bocetos hasta tener la lista de las herramientas y artículos que va a necesitar.



Como se puede observar, Ladda presta atención especial en los pequeños detalles que van a hacer que la obra sea perfecta. Los ingredientes de sus trabajos son la laca pigmentada, pinturas de vinil, acrílico fluorescente y madera. Con esto, se convierte en el mago de los trucos visuales.



Si quieren adentrase en el mundo de Justen Ladda, píquenle a su nombre.

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