El beso omnipresente


Las relaciones humanas están plagadas de sentimientos que son difíciles de explicar, sólo se sienten y se demuestran, ya sea con la familia, la pareja, los amigos, las mascotas, incluso con los enemigos.



Hay diferentes formas de expresión como los abrazos, las caricias, los besos, las lágrimas, el sonrojamiento, los gritos, la euforia y seguro la lista podría continuar.


Los sentimientos no distinguen ni razas, clases sociales, posición social ni género, sólo se expresan sin temores o vergüenzas.



El beso es la expresión universal para demostrarle al otro que se le ama, quiere, aprecia y estima. Ese fino arte de presionar los labios contra otros y que es capaz de causar una explosión interna sin límites, capaz de mandar energía a todo el cuerpo en cuestión de nanosegundos.


Hay besos famosos en la cultura popular y artística como el del príncipe a Blancanieves, la emoción de Marlene Dietrich cuando besó a un soldado que regresaba de la Segunda Guerra Mundial, los enamorados de la fotografía titulada “Besándose frente al Hotel de Ville”, el afecto de John Lennon a Yoko Ono en la fotografía de Annie Leibovitz, la demostración de amor de una pareja que tras ser golpeada por la policía se besa en las calles de Vancouver y, quizá el más emblemático sería la postal del fotógrafo Alfred Eisenstaedt en la que capta el momento exacto en que una enfermera besa a un marinero en Times Square al termino de la Segunda Guerra Mundial.



La lógica nos dice que todos tenemos grabados besos de antología. Esa sensación que nos marcó una parte del alma y que guardamos en un lugar especial donde sólo nosotros tenemos acceso a esas sensaciones producidas.


Este es el caso de la pareja de fotógrafos, y esposos, Kendric Brinson y David Walter Banks quienes, curiosamente, fueron captados por la lente de un amigo mientras se besaban, que a la postre se convertiría en un icono de su relación.



En la imagen se puede apreciar como él sostiene en el aire con un brazo a su esposa mientras se besan. Cuando ellos la vieron decidieron emprender un proyecto al que llamarían #BrinsonBanksing, el cual consiste en recrear ese momento, pero en diversas ciudades del mundo, siempre en la misma pose.


Al utilizar el hashtag en las redes sociales, han comenzado un movimiento donde muchas parejas de diversas latitudes mandan su imagen a la cuenta que se ubica en Enjoygram.



Para conocer más del trabajo de Brinson/Banks den click en su nombre, y si quieren ser parte de esta oleada, manden su imagen aquí.

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