¿La felicidad del hogar?


Dicen que el trabajo más duro, más pesado, que no tiene remuneración, el más demandante y donde no puede haber margen de error es el de ser mamá y papá. Las labores domésticas requieren de toda la atención y de estar siempre al 100%, ya que el menor descuido puede ser fatal.


Los roles de padres de familia que trabajan y atienden el hogar son más comunes en la actualidad, pero en años anteriores [y se sigue dando], las mujeres se encargaban [encargan] de todo lo concerniente al hogar: educación de los hijos, lavar, planchar, hacer de comer y muchas, muchas tareas más. Al parecer la línea comienza a dejar de ser recta.


Es probable que en su casa alguna vez vieron a sus papás de malas, de ese humor de perros donde están enojados hasta porque sopla el viento, ¿verdad que sí? [espero que no sólo a mi me haya pasado]


Cuando eso sucedía [o sucede] suelen aflorar ciertas frases que buscan desahogar el momento, sin embargo, llevan una carga de ironía y humor negro mezclado con enfado y ganas de retirarse de todo, en sentido figurado.


Y no es para menos, la agenda familiar y del hogar ocupan todas las horas, minutos y segundos del día sin dejar un espacio para sentarse, respirar, recobrar energía y seguir con las labores.


La fotógrafa Susan Copich, que en algún momento fue bailarina y actriz, vivió un tiempo con esos momentos de estrés donde su representante le dejó de llamar, sus hijos crecieron y su matrimonio ya no mantenía la flama al mismo nivel que al principio.


La situación fue mejorando y comenzó a retomar los hilos de su vida en todos los aspectos hasta que un día se imaginó cómo se veían sus días. Tomó su cámara fotográfica y empezó una serie que ahora es conocida como Domestic Bliss.


Sus imágenes tienen una fuerte carga de autocrítica y representan escenas que de una forma u otra podrían pasar por la mente de algunos padres de familia y amas de casa.


Cada fotografía nos lleva a la reflexión con un toque de humor negro que puede dibujar una ligera sonrisa, pero que también puede ser un espejo donde podríamos reflejarnos.


Si quieren ver más de Susan Copich, den click en su nombre.

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