Una mirada a la felicidad


Las fotografías nos ayudan a recordar y a ir reconstruyendo, imagen tras imagen, cada instante memorable. Esas escenas que queremos seguir recordando por siempre, y aunque son especiales y muchas se quedan guardadas en la memoria, queremos compartirlas con seres queridos durante generaciones, y para no perder detalle le confiamos al lente de una cámara fotográfica aquellos pormenores para que queden documentados.
Momentos como el nacimiento de los hijos, y todo su crecimiento y aprendizaje; las graduaciones, los cumpleaños, los viajes, bodas, aniversarios, y cada momento que nos hizo felices, o que nos llenó de orgullo y satisfacción, son los que a casi todas las personas nos gusta conservar.

Aunque dos o más personas hayan vivido la misma situación, no la recordarán de la misma manera, pues cada una tendrá su propia perspectiva, la mirada es distinta. No todos vemos las cosas igual, por eso es que cada quien conservará en su mente detalles diferentes.

Uno de los eventos significativos en la vida de los seres humanos es la etapa del enamoramiento cuando culmina en la unión, o mejor dicho, cuando inicia la otra fase de la relación, el matrimonio.

La boda, esa ceremonia civil o religiosa o ambas, incluso una reunión en la que los involucrados hacen participes a sus familiares y amigos de la felicidad que los embarga y comparten una nueva etapa de sus vidas como pareja, siempre es motivo de documentarse.

Uno de los puntos importantes en la lista de la organización de la boda es la fotografía y el video. No es suficiente con todas las fotos que los invitados toman, siempre es contratado un fotógrafo profesional para que logre instantáneas más producidas y creativas.

Otra visión que no esté involucrada con los protagonistas es interesante, pues rescata y resalta detalles que tal vez para los demás pasan desapercibidos. Tal es el caso del fotógrafo inglés Peter Adams-Shawn, quien captura conmovedores momentos a través de la mirada de los novios y sus seres queridos.

Peter Adams no hace retratos convencionales de una boda, prefiere captar lo que los demás observan y logra transmitirnos la emoción, el amor, la nostalgia de los testigos presenciales en un momento tan importante para dos personas.

Todas las imágenes del enlace matrimonial son primeros planos tomados de manera individual el día del evento, algunas, horas antes de la ceremonia y otras durante. Para la mayoría de las tomas, Adams, obtuvo la ayuda de los invitados, pero para el momento crucial de la ceremonia, la colaboración  de un niño de 2 años, sin que él lo supiera, fue importante. Ninguna fotografía ha sido retocada con un programa de edición, todas han sido compiladas en el video Eyescapes, el cual está disponible en Youtube.

 
Conozcan más del trabajo de Peter Adams-Shawn dando click en el nombre.

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